
En Endesa tenemos un compromiso con la conservación del medioambiente que aplicamos a cada uno de nuestros negocios. La actividad minera que desarrollamos entre 1972 y 2015 en los centros de Andorra (Teruel), As Pontes (A Coruña), Peñarroya (Córdoba) y Puertollano (Ciudad Real) no es una excepción.
Durante esos 44 años de actividad se produjeron 353 millones de toneladas de carbón. Llegamos a ser la primera empresa productora de carbón nacional a finales de los años ochenta del s. XX con una producción anual de 15 millones de toneladas, lo que representaba el 42% de la producción nacional. Desde 2016 todos los centros mineros se encuentran inmersos en un proceso de cierre ordenado y atendiendo a los trabajos de restauración medioambiental.
La rehabilitación de los terrenos donde se desarrollaba la actividad ha sido una prioridad en la planificación y desarrollo de nuestros proyectos mineros. El objetivo ha sido siempre conseguir un resultado final que mejore las condiciones iniciales de los espacios naturales donde se encontraban los yacimientos.
“Desde el momento de la génesis de sus proyectos mineros, en Endesa ya imperaban los criterios de recuperación de los terrenos afectados por la actividad minera con el objetivo último de conseguir, una vez obtenido el beneficio del yacimiento, devolver los terrenos a su uso primitivo.”
Manuel Jiménez Hernando. Planificación y gestión minera.
As Pontes, el lago más grande de España
El proyecto de restauración más emblemático es el de As Pontes, donde se han restaurado en total 2.400 hectáreas, incluyendo el espacio que ocupaba el hueco de la mina, que se ha convertido en el mayor lago de España: 865 hectáreas y 547 hectómetros cúbicos de agua donde hoy se practican deportes náuticos y hay zonas de baño y recreo.
La escombrera exterior, donde se acumulaba material estéril procedente del yacimiento, es hoy un paraje natural con una cubierta vegetal de gran riqueza biológica, que la fauna autóctona ha colonizado en un proceso natural. En los últimos estudios realizados, se han identificado 217 especies vegetales y 205 especies de animales vertebrados.
En total, en los cuatro centros mineros (Andorra, As Pontes, Peñarroya y Puertollano) hemos recuperado 5.000 hectáreas principalmente provenientes de minas de carbón abiertas, una superficie equivalente a 5.000 campos de fútbol, con una inversión de más de 100 millones de euros. Gran parte de esas hectáreas se dedican ya a la agricultura o al desarrollo de vegetación autóctona y fauna local, a pesar de tratarse de entornos semiáridos de difícil repoblación.
Destaca el caso de Puertollano, donde 908 hectáreas han vuelto a tener un uso agro-ganadero tras su restauración, con una productividad superior a la de los terrenos circundantes no alterados. En la actualidad, cuenta con una plantación de 28.000 olivos que tienen una producción media anual de 250.000 kg de aceituna de las que se extrae aceite de excelente calidad.
La singularidad de estos proyectos ha convertido nuestra experiencia en la restauración de espacios mineros en un referente nacional e internacional.
“El reto es que la restauración sea sostenible y todo el ecosistema crezca por sí solo en el futuro.”
Antonio Hermosilla Medina. Administración y Gestión Minera.
Una restauración sostenible
Para garantizar la restauración sostenible, el método de explotación que se realizaba era el de minería de transferencia. Un método que permite simultanear los trabajos de explotación y restauración. De esta manera no hay que esperar a la finalización del proyecto minero para comenzar a ejecutar los trabajos de restauración de toda la superficie afectada.
Durante este proceso, tanto la escombrera exterior como la escombrera interior se van conformando para darles formas onduladas parecidas a las del relieve del entorno. Posteriormente, se cubren con tierra vegetal y después se hace un abonado y una siembra con vegetación autóctona. La fase final del proyecto de restauración de un proyecto minero es la recuperación del hueco final, generalmente a través del almacenamiento de agua.
El éxito de una restauración sostenible está en conseguir un equilibrio entre la masa de agua, el desarrollo de la vegetación de la ribera y la colonización de la fauna autóctona. Ese equilibrio es el que hemos logrado alcanzar en As Pontes, Peñarroya, Andorra y Puertollano, cuatro espacios naturales recuperados que son una referencia de desarrollo sostenible.
Como destaca Antonio Hermosilla, que desde el área de Administración y Gestión Minera de Endesa ha vivido de cerca esta evolución, es muy gratificante comprobar que se ha contribuido a crear algo. “Donde se escuchaba el eco de los compañeros y las máquinas, ahora se escucha el sonido de las aves, la fauna y los anfibios”.